La "industria" de los trapitos no solo se a institucionalizado sino que ademas se a categorizado de acuerdo a las circunstancias, el lugar y hasta la cara del cliente (lease por cara al vehículo que conduce).Esto produce una tarifa, arbitraria pero tarifa al fin que la mayoría paga para evitar represalias futuras como es la rotura de alguna parte del auto.
Estos "delincuentes disfrazados de servicio", tiene como finalidad recaudar al momento de estacionar el vehículo para después que ya no hay mas expectativas de ingresos retirarse abandonando su supuesta función que es la de cuidar los autos.
Esta mafia no podría existir si no estuviera amparada por la otra mafia, la policial.
El tan nombrado en este blog jefe de calle, es el encargado de que estos delincuentes "trabajen" tranquilos y recauden un porcentaje para el nombrado.
En la cadena de corrupción esta en primer lugar el comisario, que no se ensucia las manos personalmente, para eso esta el jefe de calle.
En la cadena de responsabilidades se sitúa en la cúspide el jefe de gobierno que simplemente mirando para otro lado permite este abuso y este atropello a la población, seguramente tiene esa actitud paro no enfrentarse a la policía y dejar que incrementen sus ingresos para que estén felices.
Si tendría que encuadrar jurídicamente este accionar diría sin lugar a equivocarme que se trata de una asociación ilícita para delinquir, entre los trapitos, la policía y por que no el jefe de gobierno por omisión a los deberes de funcionario publico.
Otra vergüenza que muestra de cuerpo entero a esta sociedad en la que estamos inmersos.