Aunque las palabras"militancia" y "fanatismo" etimologicamente no sean sinónimos, en la practica funcionan como si así lo fuesen.Cuando alguien ingresa a un movimiento sea este político,religioso o de cualquier otra índole, acepta el pensamiento mayoritario y actúa en sintonia con el resto. Este condicionamiento implícito destruye la libertad de pensamiento y la consecuencia de este hecho es la obediencia irrestricta a los postulados del movimiento, sin cuestionamientos. Se asume que todas las decisiones y los postulados que proponen estos movimientos son correctos e incuestionables y dentro de ese pensamiento caudaloso se dejan llevar. Nunca verán las cosas negativas, la mayoría se encarga de borrar esa posibilidad y todo siempre es motivo de festejo, aun en situaciones adversas, nunca jamas se admite tal cosa porque eso dañaría al pensamiento colectivo y por ende al movimiento.Y esta situación genera en sus integrantes fanatismo. La palabra de su líder no se cuestiona y si el dice que hay que festejar se festeja, aun en la derrota.
Como pensador independiente que me considero, tengo absoluta libertad de pensamiento y analizo cada propuesta lanzada por los lideres de estos movimientos, buscando los pro y las contras y así determino finalmente mi posición sin ninguna influencia externa. En cambio el militante acepta, se subordina y acciona en concordancia al mandato impuesto y sabe de antemano que si cuestiona o piensa diferente no pertenecerá mas al movimiento, esto en la jerga popular se lo conoce como "vender el alma al diablo", y es tan así que a diario vemos reflejado en los medios estas interminables situaciones. Alinearse a una doctrina implica volverse parte del pensamiento colectivo, dejando de lado el pensamiento individual, como si a alguien le lavaran el cerebro y se lo cangaran con información nueva, igual a todos los demás integrantes.
Con las religiones ocurre lo mismo, aunque aca la diferencia esta dada en la necesidad de "creer".
Se participa de rituales absurdos sin el poder de razonamiento para discernir si es correcto o no, si es beneficioso o no, si sirve para algo o no.
Van por la vida siguiendo un dogma sin cuestionar nada, aceptan y se subordinan al pensamiento colectivo, mantienen los mas variados rituales vivos a cambio de una supuesta inmunidad divina.La humanidad en su gran mayoría aplica este principio que se baza en la necesidad de creer en algo o alguien superior que los proteja y cuando no, les otorguen algún que otro favor celestial.
La libertad de pensamiento y la "no" militancia permiten el libre albedrío y un razonamiento de las cosas con una óptica totalmente imparcial, sin preconceptos ni presiones del entorno, donde se logra una ecuanimidad de criterio beneficioso para el razonamiento racional de las cosas.
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