Cuando una república entra en un desmadre político e institucional esta inoculando inconscientemente,o no, el virus de un golpe militar.Como observador de la realidad no puedo evitar pensar que vamos derecho a un nuevo golpe de estado.
Las condiciones son propicias para ello, corrupción del estado en todas sus formas, desde la política con sus negociados hasta la judicial, con jueces corruptos y funcionales al gobierno, como la corrupción policial que llega a instancias nunca antes vistas, ya no protegen delincuentes, simplemente estos, trabajan tiempo completo para la policía, basta observar en que vehículos se mueven los funcionarios policiales y que nivel de vida llevan, para darse cuenta hasta donde se le a permitido llegar.
La corrupción que detenta este gobierno, llega a tal extremo que pesan el dinero producto de coimas y negociados espurios, por la imposibilidad de contarlo, por la enorme cantidad de efectivo que manejan, como señala una investigación periodística, abalada por numerosos actores directos.
Hasta llega a decirse que la casa de Cristina en Calafate tiene una bóveda similar a la de un banco llena de dinero y lingotes de oro; de ser así, según dichos de personas que conocen desde adentro este accionar, los fiscales de la Nación deberían actuar de oficio y allanar dicha vivienda para corroborar la existencia de la misma y si se comprobaran esas gravisimas sospechas, debiera ser destituida de inmediato y juzgada y encarcelada si correspondiera.
Si sumamos todo esto: La corrupción política, el avance del poder político sobre la justicia, la escalada en los últimos 30 años de la delincuencia y el avance sobre la sociedad de grupos organizados que siembran la anarquía y el caos, las
presiones tributarias y arbitrarias de todo tipo hacia los ciudadanos, como por ejemplo, la colocación de cámaras al solo efecto de producir multas con velocidades irrisorias que por supuesto todo el mundo supera, alimentando de esta manera, un negocio millonario para unos pocos y un perjuicio económico para todos nosotros, entre otras tantas cosas.
bajo este panorama, el cóctel se vuelve explosivo y va a sellar inexorablemente el destino de esta Nación, solo es cuestión de tiempo.
Se esta haciendo todo para que la historia vuelva a repetirse y normalmente, los pueblos suelen repetir su historia.
Una gran parte de la sociedad ya no vería con malos ojos, como tiempo atrás, la llegada de un aire renovado de orden y justicia.
Esta democracia como esta planteada, es el imperio de la corrupción y el desorden, de la inseguridad y el desamparo legal de todos sus habitantes.
Con esta "democracia obscena", no vamos a ningún lado, si no se perfecciona el sistema y se trabaja en resortes legales que impidan este tipo de abusos.
Un golpe militar es un extremo no deseado pero para muchos necesario para terminar con esto.
Este desmadre a llegado a un punto, que considero sin retorno, el tiempo lo dirá...